Convento de los Monjes Jerónimos de la orden
de Santo Dominico de Guzman de la Candelaria
Casa del Partido COPEI
Historia
· Esta edificación albergó al Convento de los monjes jerónimos de la orden
de Santo Domino de Guzmán de la Candelaria y el Colegio Santa Ana
Es uno de los tres conventos
y el segundo históricamente que fue construido para ser habitados por
monjes y por clérigos, llamado Convento de los monjes jerónimos de la orden de
Santo Domingo de Guzmán.
En
1686 se manda una carta del cabildo de la ciudad de Trujillo al rey
suplicándole que preste ayuda para remediar la extrema pobreza que padece el
convento de la candelaria dando como razón de ella los terremotos y la invasión
de los Franceses, el Obispo Mariano Martí durante su visita pastoral que
hiciera a Trujillo escribió sobre la situación del Convento de la Candelaria ya
que era muy pobre y desdichado, señalando el estado desolado en el cual
encontró las edificaciones eclesiásticas. Se debía al terremoto del 26 de
diciembre de 1775, cayendo parte del campanario, se abrió la capilla mayor de
la iglesia en cuatro partes, del cuerpo de la iglesia cayeron pedazos de
revestimiento y rodaron muchas tejas, las celdas del convento todas menos una
quedaron inhabilitadas por lo que se abrieron y quedaron peligrosas.
Este
convento estuvo habitado por los padres Dominicos de Guzmán de la Candelaria,
tuvo como signo esencial en su existencia una gran fragilidad y fue el más
pequeño de los construidos en la época. Está a distancia de tres cuadras de la
Iglesia parroquial de dicha ciudad de Trujillo, fue Fray Pedro de Agreda quien
diera la orden para que se estableciera en Trujillo esta orden. Ya establecidos
en la ciudad fundaron casas, luego de obtener permiso de la real cédula del 7
de agosto de 1577, instalándose después del año 1581. Inmediatamente a partir
de esta última fecha comenzaron el proceso para levantar el convento y
escogieron un terreno ubicado en la parte baja de la ciudad en el límite con la
barraca que como una gran obra, servía de limite en la zona sureste de la
misma, pusieron los cimientos de su convento y de su capilla dándole el nombre a
la morada Nuestra Señora de la Candelaria así se llamó el convento.
La propiedad abarcaba hasta el lugar mismo
donde termina el valle trujillano cuya pieza en la profundidad de la roca
cortada casi en sentido vertical avanza el río Castan, igual que ahora varios
siglos después la contemplación de ese paisaje, tiene la misma dimensión pues
esa era el límite de la pequeña urbe que ahí se cortaba irremediablemente.
Tanto el convento como la capilla fueron de modesta dimensiones más la ermita
que por mucho tiempo sirvió para los oficios eclesiásticos por decir la capilla
y la ermita es la misma casa, se le brindó en pocas cuantías a la feligresía de
la ciudad y más que todo se constriñó a seguir a los monjes de la congregación
precisamente por ser reducido el límite de su capacidad.
La historia cuenta que durante gran parte
del siglo XIX tanto el convento como el templo de la candelaria estuvieron
prestando todavía servicios de culto religioso pero la inclemencia y la
violencia de la lucha fratricida entre fracciones trujillanas lo condujeron al
abandono y para fines de este mismo siglo este se hallaba completamente en
ruinas, el convento se cerró de una manera definitiva en medio de nuestras
convulsiones civiles, es decir el convento como convento se cerró a finales del
XIX. Esta casona paso a ser propiedad de una familia trujillana los
Llavaneras y así permaneció durante gran
parte del siglo XX.
En 1896 en Trujillo la congregación de las
hermanas de la caridad de Santa Ana
crearon el colegio de la inmaculada concepción, ese colegio tuvo su
asiento en una casona donde está hoy el consejo municipal de Trujillo sin
embargo, la congregación cerró el colegio por razones de tipo político y
regresaron a Trujillo en 1927, y en 1927 fundaron en la casona del convento el
célebre colegio de la congregación de las hermanas de la caridad de Santa Ana;
es decir, el Colegio Santa Ana
permaneciendo hasta 1954 aproximadamente cuando la congregación construyó el
edificio de la casa de Carmona hoy día,
Núcleo Universitario Rafael mudándose para esta sede.
Es así, como en Trujillo en el centro de
la ciudad comenzó a funcionar en la casona del Convento la escuela artesanal de
Trujillo que es lo que llamamos hoy Escuela Técnica industrial Laudelino Mejías
y después esta escuela se mudó, entonces la casona fue alquilada con fines
particulares a una organización política que se llama partido social cristiano
Copei, y desde entonces se conoce como la “Casa Copei”.
Arquitectura del Convento de los Monjes Jerónimos
fachada
Las fachadas las caracteriza grandes ventanas enrejadas sobre unas repisas en volado.
Puertas
Las puertas eran de los elementos que más llamaban la atención debido a
que en ellos se ponía el mayor empeño decorativo. Las puertas o portales eran
de diferentes formas, en ellas se colocaba generalmente el escudo de la familia
que habitaba dicha vivienda.
ventanas
Las ventanas poseian rejas que sobresalen sobre unas repisas.
Dichas rejas se realizaban en diversos materiales como la madera y el hierro. En el caso de esta edificación están deterioradas y solo una ventana conserva las rejas.
columnas
Las columnas toscanas fueron las más usadas como soportes de techo y los dinteles, se caracterizaron por ser un tipo de arquitectura menos costosa.
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